Un moñeco es un constructo mediático, político o cultural diseñado para captar la atención pública, polarizar el discurso y desviar el foco de temas sustantivos hacia narrativas efímeras y emocionalmente cargadas. Como sigue vacío, carece de contenido específico para movilizar afectos y demandas diversas al proyectar significados amplios (e.g., "justicia", "culpables"). Como espectáculo, prioriza la imagen y la emocionalidad sobre la realidad, utilizando estética atractiva y amplificacion algorítmica para dominar temporalmente la esfera pública. Se podría traducir como red herring, cortina de humo, pista falsa o por su capacidad de destruir la linealidad de una argumentación como ignoratio elenchi. Se caracteriza por:

  • Bajo costo intelectual: Simplifica problemas complejos en narrativas digeribles.
  • Furor actual: Explota la urgencia narrativa para generar relevancia inmediata
  • Atractivo superficial: Usa estética "sexy" para enganchar emocionalmente.
  • Polarización ideológica: Refuerza fronteras discursivas (e.g., izquierda vs derecha)
  • Efemeridad: Desaparece rápidamente, dejando poco impacto sustantivo.
  • Ampliación algorítmica: Se propaga mediante algoritmos que premian lo viral.
  • Instrumentalización de la indignación: Manipula emociones para movilizar audiencias.
  • Fabricación de urgencia narrativa: Crea una sensación de crisis inmediata.
  • Colaboración multiautoral: Depende de redes de medios, influencers y bots.